12.12.13

I


Vuelven a arrastrar sus bocas,
reptan hasta             elevar las voces
a los truenos, luego
desatarán el caos       del odio y el amor
encerrado
en siglos de miradas enfrentadas.

Para que germinen
sus árboles de ceniza -años
luz de sus enjambres-
                   tejerán la red nunca antes vista
y atravesarán con sus cánticos
de voz terrosa
todos los senderos.

                    Llegarán hasta aquí las olas
-hasta nuestro pies- con el rumor
suave que ya no poseen mis manos
que siguen persiguiendo
el espacio
dos segundos antes llenado por tu rostro.


Te persigo inmóvil
                 -tan sediento-
toneladas de lo imposible
volando hasta las grietas
que plagan mi pecho
como si fueran puertas
del umbral que da paso
a lo remoto.