Hay dudas
grandes
como
ballenas azules
y
días grises
acuarela muy
aguada.
Hay locura
entre estas paredes
y dientes
que desean morder.
Hay suelos
regados con
sangre y corazones diminutos
casi
inexistentes.
Es enorme
la distancia
a la que estás,
cómo quieres
que
no te
invoque.
Es eléctrico
el impulso,
me arrastran
caballos imposibles.
Las bocas
ríen.
Pronuncian
las mismas palabras
muertas. El
cuervo pasa y
la ciudad
humea y se mueve,
bosteza,
olvida.
Aquí me
hallo luchando a espada
contra el
reloj inhumano.
Buscarán las
aves verdes, un
lugar que no
es aquí.
Las
constelaciones
caen si no estás.
Ojalá mi
mente tache
el nombre
que
me prohíbo pronunciar.
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