18.4.10

Azul celeste

Demasiado tarde para ir a cualquier parte o quedarse en el sitio. Demasiado tarde para coger ese tren loco de remate, para librarme de ti de una vez por todas. Demasiado tarde para mirar en el espejo las pocas ganas que me quedan de correr y de luchar, de nadar en las fragancias de la desesperación, de sumergirme en la incansable velocidad en la que el tiempo transcurre. Demasiado tarde para no parecer un búho con ojeras, una urraca en prisión, un triste día de verano sin nubes en el cielo.

Demasiadas veces nadie contesta al otro lado del teléfono. Demasiadas veces grito de rabia a las paredes de mi habitación. Demasiadas veces miro tus fotos y se me viene el mundo encima, me aplasta y me rompe los huesos. Demasiadas veces pienso que la vida es una hiena que se ríe de mí, un buitre que no espera a que no me levante para arrancarme la carne y los huesos, un trampolín de una piscina sin agua, un veneno que te mata a los ochenta años de ingerirlo.

Demasiado mortal es el olvido y el estrés. Demasiado mortales son los vicios que me consumen , que me agarran como los espíritus de los ríos del Hades intentan agarrar a los vivos. Demasiado mortal es la tensión que bebe mi corazón y mi cerebro. Demasiado mortal es este camino que ande lo que ande siempre me lleva al mismo punto de partida. Demasiado mortal es respirar tu presencia y tu ausencia, tu piel y tu locura, el brillo de tu sonrisa y el brillo de tus lágrimas.

Demasiado peligroso es querer vivir en las nubes hoy en día. Demasiado peligroso es no conformarse con sólo cuatro estaciones, con vivir feliz o infeliz, con verte partir sin intentar impedirlo. Demasiado peligroso es pensar en que tus labios guardan secretos y silencio.

Demasiado raro. Tan raro que sorprende no inmutarse por el cambio. Tan raro que pasa desapercibido en este volcán de agua dulce. Raro como las flores de tu espalda, como esa bola de cristal que informa del futuro sólo si prometes creerte lo que te diga. Tan raro como querer que me rompas los ojos de una mirada directa y clara. Raro como este azul celeste a punto de estallar y dejarlo todo perdido de lamentos, gritos y calor tropical.

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