9.7.12

Madeja de voces

Llego,
aparezco de repente
dónde no hay luz.
Y tú enseñas los dientes.

Bailas,
alrededor de las hogueras.
Mi corazón fuera,
intentando respirar.

Noche,
nos desgasta la erosión,
nos oculta el ruido de motor.
Y tú, y tu desilusión,
mis ojos rojos y
mi fiebre.

Sol,
¿dónde está el alcohol?
la realidad no basta.
Y tú, harta de pensar,
te arrojas al sofá,
que no descansa.

Dicen,
callan pero dicen,
nos oculta el silencio,
nos persigue la razón.
Y tú, volviendo a tu rincón.
Y yo, dejando que la luna
me convierta en piedra.
Sube la marea
y me encuentra así,
sin sonreír
y con la maleta en la puerta.

Dime,
mírame y dime,
¿qué es este desorden?
la naturaleza rodea la acera
y la lluvia ya no nos despierta.

Convierte
mi alma en arcilla,
mi mente en nada.

Grita,
la pared nos escucha.
el amanecer ya viene.
Y tú, tú despiertas.
y yo, yo despierto
¿y qué?
sigue sin haber nada afuera.

No hay comentarios:

Publicar un comentario