24.3.13

Eres arritmia.



El amanecer es
                               una guadaña.
Eres arritmia.
Se consolidan las imágenes.
Mis recuerdos tiemblan como humo.
No me quiero despegar
                               de esta tela de araña.
No quiero centrar
el pensamiento salir
de mi escondite.
Y la misma voz
                               voz cristal, seda, hierro, lámina, espada, herida, rota, fugaz.
Acaricia los huesos
con una lengua helada, destruyendo los segundos, llevándose
energía.
Y cuando no hay nada más y todo esta oscuro
solo
un
sentido.
Una certeza.

Y

el amanecer es
                               una guadaña.
Eres arritmia.
Hay un murmullo atronador,
me abandonan  hasta los camaleones.
Labios de
chinchetas
intentan besarme, no hay espacio
para echar a correr,
igual siempre es tarde.
Y se salen con la suya las manos y el carmín,
el carbón susurra,
no es por agobiarte
pero es primavera en todas partes salvo en mi jardín.
Que está todo marchito
como los ojos sin vista,
como los papelitos llenos de palabras
que no han visto la luz.
Si no hay mil torbellinos
                               no hay ninguno.

Y cuando la tierra queda limpia y plana,
compacta…
cuando el eco se acalla, el mar no insiste,
las nubes pasan…
cuando el tren llega y sale, el claxon golpea,
suena el despertador…
cuando ya pasan de las doce, el café humea,
nadie habla…

Entonces
               
El amanecer es
                               una guadaña.
Eres arritmia.

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